domingo, 12 de junio de 2011

Reseña en GOMES Y COMPAÑÍA

Por Antonio Parra:




Escribir literatura para jóvenes es algo muy serio, máxime si ese paso lo da un escritor que habitualmente crea para adultos, porque hay algunos autores que se plantean ese cambio como una especie de divertimento y terminan por menospreciar al público infantil y juvenil. Por fortuna, ese no es el caso de Rubén Castillo, que se estrena en el mundillo juvenil con una novela muy bien armada, salpicada de misterios, y con una intriga que a buen seguro atrapará a todos los lectores.

La historia de Joaquín, durante los días que pasó lejos de sus padres, alojado en el campo con su tía Paloma, podría parecer a priori un manido recurso argumental, pero su autor la plantea con el mismo rigor con el que encara todas sus obras, con un lenguaje que en todo momento respeta tanto a su protagonista como a los lectores que disfrutarán con estas páginas. El desencanto del joven por tener que verse relegado a estar con su tía, en unos momentos en los que también se decide su futuro familiar, y la posible monotonía de esa estancia campestre, se ven rotos por la peculiaridad de una cueva en la que se suceden hechos inquietantes, y lo mejor de todo es que asistimos a esos hechos, dosificados con maestría, al mismo tiempo que lo hace el propio Joaquín.

Con independencia de los valores que esta novela transmitirá a los jóvenes, y de las espléndidas ilustraciones de Mar del Valle que la acompañan, resulta de lo más gratificante disfrutar de la buena mano de Rubén Castillo, porque ha sido capaz de emplearla con la misma habilidad que ya ha demostrado tanto en la novela como en el relato, e incluso en el ensayo, a lo largo de una trayectoria literaria que amplía ahora sus registros con la seguridad del trabajo bien hecho y del talento bien administrado.

Reseña en MERCURIO

Por Care Santos  en la revista MERCURIO



La cueva de las profecías

Unos padres “más raros que un yogur de cebolla” son los que cree tener Joaquín cuando al principio de esta historia le mandan a casa de su tía Paloma, una mujer soltera que colecciona búhos y vive sola en un lugar apartado. Una mayúscula sorpresa aguarda al protagonista en aquel lugar, ya que durante una primera excursión tropezará con una misteriosa gruta donde las personas pueden tener sueños premonitorios. La emoción por desentrañar el misterio le lleva a varias aventuras consecutivas. En la última, habrá de compartir un secreto con una persona especial y, en definitiva, crecer. Novela de resonancias clásicas y voz contemporánea, que atrapa desde la primera página. Uno de esos libros que hacen lectores a su paso.

El escritor murciano Rubén Castillo Gallego quien, después de un gran número de premios literarios en su haber y con una decena de libros publicados en los más variados géneros (novela, cuento, ensayo, artículos periodísticos, novela corta) se aproxima al mundo de la narrativa para jóvenes con una historia enigmática, protagonizada por un chico de la ESO que, obligado a permanecer durante unos días en una casa de campo con su tía Paloma, vive una sorprendente historia en la que los sueños más terroríficos se cumplen.